Estudio bíblico

ESTUDIO BÍBLICO 1ra PEDRO 09

Programa No. 15-10-2010

Es grato para mi saludarle amable oyente. Bienvenida o bienvenido al estudio bi­blico de hoy. Muchas gracias por sus oraciones. Gracias también por su ofrenda. Dios ha sido muy fiel supliendo para nuestras necesidades mediante sus donativos. Estoy seguro que el Señor le recompensaría con abundancia. Estamos estudiando la primera carta de Pedro. En esta carta, el apóstol Pedro nos esta enseñando lo que es la verdadera gracia de Dios. Lo ultimo que vimos fue que la verdadera gracia de Dios nos trae la capacidad de amarnos los unos a los otros. En esta ocasión hablaremos de otro beneficio mas que viene como parte de la verdadera gracia de Dios.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La verdadera gracia de Dios nos trae mucho mas que solamente la salvación del alma. En esta ocasión vamos a ver que ademas de todo lo que ya hemos visto, nos trae también la palabra de Dios o la Biblia. La Biblia, amable oyente, es un tesoro divino que usted y yo lo tenemos no porque lo merezcamos sino por la gracia de Dios. Fue por la Biblia que tomamos conciencia de nuestro estado espiritual como pecadores. Fue por la Biblia que supimos del gran peligro de ser condenados por la eternidad a causa del pecado. Fue por la Biblia que supimos que Dios nos ama tanto que ha pagado un altísimo precio para que nosotros podamos librarnos de recibir el castigo eterno por nuestro pecado. Fue por la Biblia que supimos que Cristo Jesús, el unigénito Hijo de Dios, vino a este mundo para morir en la cruz tomando el lugar de cada pecador. Fue por la Biblia que supimos que luego de morir y ser sepultado, el Señor Jesucristo resucita de entre los muertos. Fue por la Biblia que supimos que Cristo Jesús, una vez resucitado fue llevado a la gloria donde esta ofreciendo perdón de pecados a todo aquel que cree en el y le recibe como Salvador. Fue por la Biblia que supimos que con tan solo recibir a Cristo como nuestro Salvador, somos eternamente salvos. Fue por la Biblia que supimos que al recibir a Cristo como Salvador por la fe, llegamos a ser hijos de Dios. Fue por la Biblia que supimos que nuestro destino eterno es el cielo junto a Dios. Si no hubiera sido por la Biblia, no sabremos nada de esto. Y esto es salvo una pequeña parte de todo lo que podemos encontrar en la Biblia sobre Dios, sobre el mundo, sobre nosotros, sobre la muerte, sobre el cielo, sobre el infierno. Y todo esto ha sido por gracia amable oyente. Lo hemos recibido como un favor no merecido de parte de Dios. Es a la Biblia a lo que se refiere 1 Pedro 2:2 cuando habla de la leche espiritual no adulterada. Consideremos por partes esta expresión. Primero, la Biblia es leche espiritual. Esto significa que es vital para el crecimiento espiritual. Así como la leche materna es vital para el crecimiento físico de un niño recién nacido, la Biblia es vital para el crecimiento espiritual de un hijo de Dios. Si un bebe no ingiere leche materna en los primeros meses de vida, corre serio riesgo de atrofiar su crecimiento físico. Igualmente, si un creyente no se alimenta espiritualmente de la Biblia corre serio riesgo de atrofiar su crecimiento espiritual. Segundo la Biblia es leche espiritual no adulterada. Esto significa que es pura, o que no contiene ningún elemento extraño, ningún elemento que lo contamine. Por este motivo, cuando un creyente se alimenta espiritualmente solo de ella, jamas correrá el riesgo de ser desviado hacia una doctrina errada. Siempre habría riesgo de desviarse de la sana doctrina cuando nuestros principios espirituales se fundamentan en cualquier otra cosa que no sea la Biblia. Solo la Biblia es leche espiritual no adulterada. Todo lo demás, por mas que provenga del mas preclaro de los pensadores humanos siempre tendría su cierto grado de contaminación. Muy bien, al pensar en la Biblia, Pedro nos da primero el mandato a alimentarnos de la Biblia. Note lo que dice la primera parte de 1 Pedro 2:2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada,

Pedro toma un cuadro de la vida cotidiana para de allí sacar una aplicación espiritual. ¿Ha visto a un niño recién nacido? Aparte de llorar, lo único que sabe hacer es tomar la leche de su mama. Inclusive mucho del llanto es porque desea tomar leche materna. Eso debemos ser todos los creyentes con respecto a la Biblia. Debemos desarrollar un apetito voraz por ella. Pero la realidad en muchos casos es tan diferente, ¿verdad? La Biblia existe solamente para ser llevada el domingo al templo pero el resto de la semana pasa recolectando polvo en algún rincón de la casa. Conozco personas que por años son creyentes pero ni siquiera saben como buscar los diferentes libros de la Biblia. Nunca han deseado como recién nacidos la leche espiritual no adulterada. Es importante por tanto que la Biblia sea nuestro pan diario. Asi­ como necesitamos de al menos tres comidas al di­a para mantenernos físicamente bien, deberemos alimentaros al menos tres veces al día de la palabra de Dios para mantenernos espiritualmente bien. Es un deber para todo creyente oír la Biblia, leer la Biblia, estudiar la Biblia, meditar en la Biblia y memorizar la Biblia y todo esto en una base diaria, no una vez a la semana como los domingos en el templo. Si es un hijo de Dios, esta bajo este mandato amable lector. Si no lo esta haciendo, me temo que este desobedeciendo a Dios y esto puede resultar en algo muy grave. Pero ademas del mandato a alimentarnos de la Biblia, Pedro nos proporciona una actitud correcta para alimentarnos de la palabra de Dios. 1 Pedro 2:1 dice: Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,

Muchas veces, a pesar que abrimos la Biblia para estudiarla cada día o unas cuantas veces al di­a, aun asi­, no aprovechamos de su contenido. No se si le habrá pasado esto. Me refiero a tomar la Biblia, intentar de corazón que hable a nuestro espíritu, pero sin ningun resultado. La Biblia es como un árido desierto que no contiene gota de agua para calmar la sed espiritual. Lo que puede estar pasando es que no tenemos la actitud correcta para que la Biblia sea el alimento espiritual para nuestra alma. Pedro nos recomienda por tanto quitar algunas cosas de nuestra vida para que asi­, podamos aprovechar del contenido de la Biblia. ¿Que es lo que debemos desechar? Primero, toda malicia. Esto significa toda disposición a algo malo en contra de otro. Si tiene en mente hacer algo malo a alguien y esta resuelto a ello, de seguro que hallaría a la Biblia como algo estéril, porque su corazón no esta preparado para recibir el precioso alimento espiritual que es la Biblia. Segundo, todo engaño. Esto significa todo tipo de deshonestidad como no pagar impuestos, dar o recibir sobornos, copiar en los exámenes, estafar, mentir, codiciar y tantas otras cosas mas. Tercero, hipocresía. Esto significa presentar una imagen que sabemos que no tenemos, como por ejemplo esforzarnos por mostrar que somos espirituales los domingos mientras estamos en el templo y vivir el resto de la semana enlodados en todo tipo de pecado. Cuarto, envidias. Esto significa descontento por los exitos de otros. La envidia fue lo que movía a Cai­n a cometer el primer asesinato en la historia de la humanidad. Quinto, todas las detracciones. Esto significa hablar mal a espaldas de alguien. Es decir, asesinar el carácter de alguien por medio de chismes, rumores, o el ti­pico arrojar lodo sobre alguien contra quien tenemos rivalidad para mejorar nuestra propia imagen. Todo esto es necesario dejar de lado, arrojarlo de nuestra vida, para poder recibir el alimento espiritual de la palabra de Dios. Ademas del mandato y actitud tenemos el propósito de alimentarnos de la Biblia. La segunda parte de 1 Pedro 2:2 dice: para que por ella crezcáis para salvación,

Esto significa que por medio de alimentarnos de la palabra de Dios podemos crecer en nuestro aprecio por la salvación que ya la tenemos. Todos necesitamos crecer en la salvación, en el sentido de entender y admirar los recónditos detalles de ella. La vida es corta para entender a cabalidad todo lo que este implicado en la salvación del pecador. La Biblia nos ayuda para eso. Por ultimo tenemos el incentivo para alimentarnos de la Biblia. 1 Pedro 2:3 dice: si es que habéis gustado la benignidad del Señor.

Esto es un gran incentivo para alimentarnos de la leche espiritual no adulterada. Pedro esta diciendo a cada creyente: Ya que habéis probado cuan benigno es el Señor al haberte dado la salvación, no te quedes allí, el tiene mucho mas para dar, búscalo con toda tu alma en las paginas de la Biblia. Si, amable lector, la gracia de Dios nos ha trai­do también la Biblia, debemos alimentarnos de ella con una correcta actitud, para crecer para salvación y aprovechar mejor la benignidad del Señor.